Una secta estadounidense ha dejado morir de hambre a un niño de dos años en Baltimore (Maryland) porque no decía "amén" después de las comidas, según informa el periódico "Baltimore Sun".
Los miembros del grupo religioso "1 Mind Ministries" creían que el pequeño era un demonio. Tras su muerte en diciembre de 2006 metieron el cadáver en una maleta con ruedas y huyeron a Filadelfia.
La policía encontró la valija con los restos en mayo en la casa de un hombre amigo de integrantes de la secta.
Tras el macabro hallazgo se ordenó la detención contra cinco miembros del grupo, entre ellos la madre del niño, de 21 años.
Tres de los sospechosos ya se encuentran en prisión. El interrogatorio de la mujer de momento no se ha llevado a cabo porque está en tratamiento psiquiátrico.
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