23 ene 2012
BIOGRAFÍAS: TIMOTEO
(en griego, temeroso de Dios). Hijo espiritual (2 Ti 2.1), compañero y ayudante (Flp 2.19–22) de Pablo. Nació en Listra de madre judía (• Eunice) y padre griego (Hch 16.1; 2 Ti 1.5). Fue altamente estimado por los hermanos en Listra e Iconio (Hch 16.2). No se sabe cuándo se convirtió pero se supone que fue durante el primer viaje de Pablo, cuando pudo presenciar los sufrimientos del apóstol (2 Ti 3.11).
Al separarse Bernabé y Pablo, este tomó a Timoteo para reemplazar a Juan Marcos (Hch 15.36ss). Pablo lo circuncidó (Hch 16.3). Cuando Pablo tuvo problemas en Tesalónica y en • Berea, Timoteo se quedó allí con • Silas mientras Pablo se trasladaba a Atenas (Hch 17.14). Se reunieron en Corinto (18.5) y siguieron juntos hasta Éfeso, desde donde lo enviaron con Erasto a Macedonia (Hch 19.22). Por último, aparece entre los que acompañaron a Pablo en el viaje a Jerusalén (20.4).
Pablo lo menciona como coautor de varias de sus cartas y le escribió dos cartas personales. Lo enviaron a Tesalónica a confirmar a los creyentes (1 Ts 3.1–5). Pablo lo describe como un siervo de Dios en el evangelio con algún prestigio entre los apóstoles (1 Ts 2.6; 3.2). Fue emisario personal de Pablo a Corinto con una misión delicada y lo recomienda cariñosamente (1 Co 4.17; 16.10). Pablo exhorta a los corintios a enviarlo de regreso en paz. En 2 Co es Tito el emisario, lo que insinúa que Timoteo dejó algunos problemas sin resolver en Corinto y que no tuvo éxito.
Las cartas de la cautividad de Pablo presentan a Timoteo como fiel compañero y colaborador. Pablo lo envió a fortalecer las iglesias gentiles (Flp 1; Col 1; Flm 1). En Flp 2.19 aparece llevando un informe directo del estado de la iglesia filipense. Fue uno de los que más trabajó para levantar las iglesias gentiles. Pablo destaca el genuino interés que Timoteo tiene en los creyentes (Flp 2.20–23).
Cuando Pablo salió de la prisión y reanudó la actividad misionera en el este, dejó a Timoteo en Éfeso (1 Ti 1.3) y le encargó la reorganización de la iglesia. Más tarde, cuando Pablo volvió a caer preso, Timoteo acudió prestamente a Roma, pero es imposible fijar la fecha de su llegada. Solo sabemos que Timoteo mismo estuvo prisionero en Roma (Heb 13.23).
Las epístolas pastorales presentan a Timoteo como pastor y dan un cuadro más completo de su personalidad que las vagas referencias de 1 y 2 Co. Era muy afectivo pero tímido (2 Ti 1.4, 7). Necesitaba las amonestaciones personales de Pablo. Ninguno de los compañeros de Pablo recibió de este tan ardientes elogios por su lealtad (Flp 2.21s).
Es fácil inferir que Pablo veía en él a su natural sucesor, dados sus esfuerzos y virtudes.
ADEMAS...
Primera de Timoteo 3.1–7 (cf. 5.17) y Tito 1.5–9 demuestran decididamente que las Epístolas Pastorales se escribieron cuando los obispos, ancianos y diáconos no formaban una jerarquía. La separación de estos cargos ocurrió en el siglo II, según Ignacio (ca. 110 d.C.).
Pablo escribió a Timoteo para animarle en la fe (1.18, 19) y para que supiera cómo debía comportarse en la iglesia (3.15). Le da instrucciones sobre la oración pública, la elección de los líderes, el cuidado de las viudas, etc.; recalca la necesidad de una doctrina unida a una vida santa y lo alerta en contra de los falsos maestros.
1. Encabezamiento y saludo: 1.1, 2
2. Lucha contra los falsos maestros: 1.3–20
3. Gobierno de la iglesia: 2.1–3.16
4. Polémica contra los herejes: 4.1–11; 6.3–10
5. Timoteo y el ministerio: 4.12–5.25
6. Conclusión: 6.20, 21
De 2 Timoteo
Pablo se hallaba otra vez preso en Roma, esperando el final, cuando escribió esta epístola (4.6–8). Ruega a Timoteo que venga a verle trayéndole ciertos libros y su capa, pues se aproximaba el invierno (4.9–13).
Toda la epístola es un llamado ferviente a la fidelidad a Cristo y a su evangelio, con nuevas advertencias sobre el peligro de índole moral y doctrinal. Por el tono emocional que embarga toda la carta, puede considerarse como el testamento de Pablo.
1. Encabezamiento y saludo: 1.1, 2
2. Acción de gracias y entrada en el tema: 1.3–5
3. Exhortaciones a Timoteo: 1.6–2.13
4. Polémica contra los herejes: 2.14–3.17
5. Despedida de Pablo: 4.1–8
6. Conclusión: 4.9–22
Bibliografía:
J. Collantes, La Sagrada Escritura, B.A.C., Madrid, 1965. NT II, pp. 954–1096. G.T. Manley, (ed.), Nuevo auxiliar bíblico, Editorial Caribe, San José, 1958. IB II, pp. 471–484. BC VI, pp. 676–715. INT.
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