9 ene 2011

Tiempo con Dios : Daniel 1: 1-9

1 En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.
2 Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.
3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,
4 muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.
5 Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.
6 Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.
7 A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.
9 Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos;

Aunque las situaciones parezcan adversas Dios tiene el control de todo, pero aun así el adversario querrá tomar lo mejor que Dios ha puesto en la tierra para dañarlo y truncar su propósito.

A Daniel y sus amigos no solo lo sacaron de su cultura, también les cambiaron los nombres para borrar su identidad y le ofrecieron lo mejor que en su condición pudieran obtener, pero Daniel decidió no contaminarse.

La decisión que tomo Daniel en su corazón de no contaminarse con la comida y bebida del rey no solo fue una decisión simplemente física, fue también espiritual, Daniel cuidaba su corazón, que para un creyente implica su espíritu, carácter, personalidad, voluntad y mente, áreas que se contaminan cuando abrazamos al mundo. (Entiéndase por contaminar: algo que altera la pureza de un cuerpo).

El mundo no ha cambiado mucho desde entonces, me lleno de gozo ver a jóvenes optar por mantenerse puros y sin contaminación para el Señor, pero veo como otros se han dejado contaminar por el mundo con películas, música, videojuegos y amistades adversas a la voluntad de Dios. Vemos como jóvenes que con su forma de vestir, hablar y caminar han sido contaminados; y como señoritas y niñas venden su imagen en las redes sociales como Sonico y Facebook a cambio de algunos comentarios halagadores. Cuando rechazamos las cosas "buenas" de este mundo o esas cosas que la mayoría personas llama "normales y aceptables", para mantenernos puros para El, su gracia se desborda sobre nosotros para cumplir su propósito, no el nuestro.

Nabucodonosor representaba la muerte espiritual, todo aquel que comiere o bebiere de su comida tendría ese fin, pero siglos mas tarde vino otro Rey mayor que este y mayor que cualquier otro, este Rey nos hizo la misma propuesta: Comer su carne y beber su sangre, que al contrario de la comida de este mundo, esta nos dará vida eterna.

Amen.

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