“No me desampares ni de noche ni de día”. Al parecer, esta es la oración más pronunciada por los estadounidenses, al menos así lo demuestra una investigación realizada por el Instituto de estudios de religión de la Universidad de Baylor en Waco, Texas, que señala que más del 55% de los norteamericanos asegura enfáticamente estar protegido por un ángel de la guarda y un 67% dice estar “absolutamente seguro” que el paraíso existe.
El sondeo, realizado durante dos años, realizó unas 350 preguntas a 1.648 adultos. El resultado indica que más de la mitad de los habitantes de ese país cree haber sido protegidos de un accidente por un ángel de la guarda.
Sin embargo, los resultados obtenidos durante esta pesquisa no distan mucho de la encuesta realizada en 2005, por lo que es posible afirmar que las creencias espirituales no han sido objeto de grandes variaciones.
Mientras el 67% de los habitantes de Estados Unidos avala firmemente la existencia del edén, el 73% cree en el infierno. Según dicho estudio, las mujeres están más inclinadas que los hombres a creer en el paraíso (68% contra 56%). En cuanto a las variaciones entre las distintas razas, 86% de los afroamericanos se muestra más crédulo ante la existencia del cielo, mientras que sólo el 60% de los blancos sostiene esa postura.
Para el padre jesuita profesor de la Universidad Católica de Asunción y director de la pastoral del colegio Cristo Rey, Ricardo Jacquet, la fuerte creencia en ángeles que los estadounidenses dicen tener obedece a que la religión protestante (predominante en dicha nación) tiene una dimensión mucho más espiritualista de las cosas.
A su juicio, en América Latina se tiene mucho más marcada la experiencia de la realidad social, sobre todo la pobreza humana, por lo que la fe está muy marcada según las vivencias.
En cuanto al concepto de teológicas “ángel de la guarda”, el religioso explica que las nuevas discusiones avalan cada vez más la teoría de que estos seres celestiales podrían ser personas que se hacen presentes de forma tangible en determinados momentos o situaciones de nuestras vidas.
Fuente: La Nación. Redacción: ACPress.net
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