En los últimos 37 años, el refugio Newhouse en Kansas City ha ayudado a miles de madres y niños abusados, pero el mes pasado, las mujeres se vieron obligadas a mudarse a otro lugar y el personal comenzó a buscar nuevos trabajos.
La razón fue simple: aunque existía la necesidad, el dinero ya no estaba.
La disminución de donaciones, ligada a una desaceleración general de la economía estadounidense, significa menos recursos y decisiones más difíciles para las instituciones de caridad de todo el país.
“La gente está cuidando mucho su dinero,” dijo la presidenta de Newhouse, Leslie Caplan, quien estimó que este año las contribuciones caritativas estarían unos 200.000 dólares por debajo que las del año pasado.
Esto, combinado con la reducción de subsidios gubernamentales, ha reducido fuertemente el presupuesto del centro de 1,3 millones de dólares.
“Si pagas aproximadamente cuatro dólares por cada galón de gasolina y cuatro dólares por cada galón de leche y escuchas que posiblemente serás despedido, uno empieza a entrar en pánico. Eso es lo que estamos viendo,” dijo Caplan.
Así como los estadounidenses luchan contra el aumento del desempleo, las ejecuciones hipotecarias y recurren a las instituciones de caridad en busca de ayuda, las entidades están realizando más eventos para recaudar fondos y hallar nuevos donantes para llevar a fin de mes.
“Estamos rezando mucho en el mundo sin fines de lucro,” dijo Judith McIntyre, directora ejecutiva de la Liga Industrial Cristiana de Chicago, que proporciona capacitación laboral y alojamiento para unas 800 personas sin hogar al año.
“La gente que solía darnos pequeñas sumas, 10 ó 15 dólares, está desapareciendo. La gente que tiene mucho dinero todavía es capaz de donar, pero son más selectivos en sus donaciones. La situación está empeorando,” agregó.
“No podemos trabajar con usted”
El año pasado, los estadounidenses dieron unos 306.000 millones de dólares a entidades de caridad, un 3,9 por ciento más que en 2006, según el Centro de Filantropía de la Universidad de Indiana.
Pero el Índice de Donaciones Filantrópicas, que mide las posibilidades de donaciones caritativas, ha bajado de 88 en diciembre de 2007 a 83 de una escala de 100, su punto más bajo desde el 2003.
El reverendo Cecil Williams notó que las donaciones a la Iglesia Metodista Unida Glide Memorial en San Francisco empezaron a caer a comienzos de este año, forzándolo a reducir comidas, atención infantil y atención médica para los pobres en hasta un 15 por ciento.
Mientras tanto, las filas de gente en busca de ayuda crecen cada vez más.
“Los donantes dejaron de responder como usualmente lo hacían. Muchas personas se ha visto ellas mismas afectadas,” dijo Williams.
“Tuvimos que llamarlos, y algunas personas con las que contamos nos dicen ‘no podemos trabajar más con ustedes’,” añadió.
El Ejército de Salvación, que ayuda a decenas de millones de estadounidenses necesitados con su presupuesto de 3.300 millones de dólares, ha visto a las donaciones empezar a menguar en los últimos seis a ocho meses, dijo la portavoz Melissa Temme.
Las preocupaciones van en aumento de cara a los fríos meses del invierno boreal, dijo Temme.
“Será realmente elocuente ver cómo pasamos Navidad,” añadió.
Aproximadamente dos tercios de las donaciones individuales a las entidades de caridad de Estados Unidos provienen de hogares pudientes, aquellos con un ingreso anual de al menos 200.000 ó 1 millón de dólares en bienes.
Si bien esas personas generalmente se ven menos afectadas por la debilidad en la economía, el impacto está haciendo que las entidades de caridad pasen estrecheces.
Cientos de miles de ejecuciones hipotecarias y pérdidas de empleos a la par del aumento de precios en los bienes de consumo diario han hecho que la economía sea un importante tema en las elecciones de este año en Estados Unidos, que disputan el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama.
Y no son sólo los individuos los que están recortando las donaciones.
En el 2004, las corporaciones de Estados Unidos dieron en promedio 1,5 por ciento de sus ganancias pre-impositivas como donaciones, pero esa porción desde entonces ha bajado a 0,7 por ciento, dijo Mark Shamley de la Asociación de Profesionales de la Contribución Corporativa.
Entre las entidades de caridad que están pasando estrecheces producto de los donantes corporativos está Bridges for a Just Community,con sede en Cincinnati, que brinda servicios para los pobres de la ciudad.
El grupo esperaba recaudar 470.000 dolares de su cena anual de junio, mayormente de donantes corporativos, pero reunió 350.000 dólares.
“El negocio no anda tan bien y ellos sienten la presión y eso da lugar a una reducción en las donaciones,” dijo Inayat Malik, un miembro de la junta de Bridges.
Bank of America dijo tener planes de donar 1.000 millones de dólares en el transcurso de la próxima década, manteniendo el ritmo actual independientemente de las ganancias, pero está eligiendo cuidadosamente a sus beneficiarios.
“Cuando la economía está frágil debemos ser más cautelosos con nuestra filantropía,” dijo Kerry Sullivan del brazo benéfico de Bank of America.
United Way, una red de 1.300 entidades de caridad, dijo que sus principales donantes habían mantenido sus promesas, pero que está apuntando sus solicitudes a empresas menos perjudicadas.
Fuente: Reuters
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