El Museo de los Pueblos de la Biblia de Jerusalén tiene esta año una exposición sin precedentes en la música de la Antigüedad, que permanece como uno de los secretos mejor guardados de la Historia.
La exhibición reúne 137 artefactos, instrumentos e iconos sobre la música en culturas como la mesopotámica, egipcia, judía, fenicia, griega y romana.
Bajo el título de ´El sonido de la música antigua´, la muestra presenta varios objetos naturales, desde caracolas marinas a huesos de animales, que el hombre empleó para articular un lenguaje musical antes de la era escrita.
El plato fuerte de la exhibición es, no obstante, un panel con una tablilla que demuestra la inclusión de notas musicales en la escritura cuneiforme, que se practicaba hace cuatro mil años en Sumeria, el actual Irak, y es la más antigua del planeta.
Se trata de un himno en cuyo texto el escriba marcó con su cuña las pausas y los intervalos en que el narrador debía guardar silencio para dejar paso a que los músicos tocaran instrumentos de cuerda según una escala de siete notas.
La tablilla es una de las tres de la misma época que los expertos consideran las primeras partituras, en la medida en que no vuelven a aparecer rastros de música codificada hasta el siglo XI, en la Europa de principios de la Alta Edad Media.
Asesor de Goodnick en la organización de la exhibición -que abrió el pasado día 7 y cerrará el próximo 31 de diciembre-, Piamenta argumenta que ´las técnicas han evolucionado, pero los sentimientos humanos son muy parecidos a los de hace milenios´.
Goodnick, explica que los antiguos pensaban que la música ponía orden en el caos interno y externo, que daba sentido y hacía más comprensible la vida, y ahora
LA MÚSICA DE DAVID
Asimismo incluye un largo muestrario de piedras pulidas, localizado en el monte Carmelo, en el norte de Israel, de hace once mil años y que las mujeres se ataban a la cintura para que sonara con el movimiento de la cintura en danzas rituales.
Una flauta y unos címbalos excavados en Meggido, en la misma región y que datan de hace seis mil años, son los principales vestigios que la exposición incluye sobre el Neolítico.
Tampoco faltan copias de arpas o liras del pueblo judío durante el Antiguo Testamento -como las que se supone que utilizaba para el rey David para cantar a Saúl en sus Salmos- junto a arpas de la Grecia Clásica y la Roma Imperial.
El panel se acompaña con un programa informático que permite al visitante interpretar las diferentes composiciones en un ordenador, de manera que traslade al reino del sonido lo que sus ojos están viendo en la exposición.
Fuente: EFE. Redacción: ACPress.net
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