21 sept 2007

HOMBRE Y MUJER DESEABLE PARA EL MUNDO: Imagen Espiritual y Profesional

¿QUÉ ENTENDEMOS POR “IMAGEN”?
Existen varias definiciones para la palabra “Imagen”.

Podemos simplificar todos esos conceptos en dos parámetros: “Representación y Apariencia de algo o alguien”.

Como se perciba dicha “representación o apariencia”, determinará las opiniones o conductas hacia ese “algo o alguien”.

Al enfocarlo en nosotras, diríamos que nuestra imagen no es más que “nuestra representación y apariencia” y que estas determinan las opiniones o conductas sobre nosotras.

Podemos ser calificadas positiva o negativamente por las personas, de acuerdo a la imagen que hemos proyectado de nosotras mismas (percepción). (La gente ve lo que eres, antes de oír lo que eres)

IMAGEN ESPIRITUAL E IMAGEN PROFESIONAL
Nuestra Imagen Espiritual no puede estar alejada de nuestra Imagen Profesional.

La Imagen Espiritual que proyectemos se encuentra totalmente ligada con el tipo de vida espiritual que llevemos. Si no tenemos una comunión con nuestro Padre, si nuestra vida no es guiada por su palabra (“Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero”, Sal. 119:105), pues eso ha de notarse en nuestra conducta diaria, en nuestra expresión oral y física.

Por ejemplo, una persona alejada de la palabra de Dios, es una persona que no mantiene una comunión con el Padre y por tal razón es una persona que muestra actitudes negativas, ligadas a la incapacidad e ineficiencia, entre otros aspectos negativos. Recordemos que “El rostro feliz alegra el corazón; el ensombrecido demuestra que tiene el corazón despedazado” (Prov. 15:13)

La Imagen Profesional usualmente se asocia con el aspecto físico, como cuerpos esculturales. Pero es importante destacar que este concepto va mucho más allá de los aspectos antes mencionados. De nada vale ser una persona con un físico hermoso, si nuestro desenvolvimiento contrasta. Es decir, si lo que proyectamos de nuestro interior hacia nuestro exterior es totalmente opuesto. Por ejemplo, imagínese a una persona físicamente atractiva y vestida adecuadamente, que presente una actitud negativa. Esto es realmente opuesto a lo que vemos con nuestros ojos. La imagen externa, tiene que ser un reflejo de lo que habita en nuestro interior. Así, la Biblia nos dice que “..de la abundancia del corazón habla la boca…” (Mat.12:34). Esto podemos sustentarlo con la palabra que encontramos en I Samuel 16:7, que dice: “No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón”. Además: “Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro ni vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios”.

En el mundo profesional existen puntos importantes, es más, imprescindibles para que podamos llegar a proyectar una Imagen Profesional adecuada.

Una Imagen Profesional adecuada mantiene una coherencia entre los cuatro canales de información:

Apariencia Exterior (Aseo personal, modales)
Indumentaria (Vestido adecuado)
Comunicación (Voz, tono y modulación)
Gestos (Gesticulación adecuada)

La Imagen Profesional de excelencia es muy importante para el logro del crecimiento profesional en las organizaciones y para transmitir efectivamente la credibilidad de los servicios que ofrecen dichas organizaciones.

El impacto que provoquemos en nuestro medio de negocios o de trabajo y que va ligado a una Imagen Profesional de excelencia, va a depender de cuan unidos estamos a nuestro Padre y de cuan obedientes somos a sus palabras. Recordemos las palabras de nuestro Señor Jesús en Mateo 5: “Ustedes son la sal de la tierra”.”Ustedes son la luz del mundo”. Tenemos que ser la diferencia, el punto y a parte en todo e impactar nuestro medio, tal como lo hacen la sal y la luz. Esta es nuestra misión, impactar, como Reyes y Sacerdotes que somos.

La llave de oro para transmitir una Imagen Profesional de excelencia es: “estar a gusto y seguros con nosotross mismos”. Ahora bien, nos preguntamos, ¿cómo lo logramos?. Pues la respuesta es simple “El Señor será tu confianza”. (Prov. 3:26). Además, si entendemos que como hijos del Altísimo, somos Reyes y entendemos esto y lo asimilamos, estamos listos para Reinar.

Es importante que entendamos que como profesionales, no solamente somos representantes de nuestra empresa sea propia o como asalariados, sino que somos Embajadores del Reino de los Cielos representándolo aquí en la tierra (2 Cor.5:20) y que por lo tanto nuestra Imagen Profesional debe ser distinta a lo que es definido como tal en el mundo. Así, lograremos alcanzar la Imagen Profesional que deseamos como Hombres y Mujeres deseables para el Mundo.


“En todo lo que hagas pon a Dios en primer lugar, y Él te guiará, y coronará de éxito tus esfuerzos” (Prov. 3:6)


Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. (Mateo 5:16)

Por: Maritza Deleón.

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