Una mujer se acercó a toda prisa al violinista Fritz Kreisler después de un concierto y le dijo efusivamente: "Oh, ¡yo daría la vida por tocar como usted!" Él le contestó serenamente: "Eso es exactamente lo que hice yo."
!Que gran ejemplo el de este violinista! Si hay personas en este mundo que dedican sus vidas enteras para dominar un arte o una disciplina, cuanto más nosotros como hijos de Dios deberíamos presentarle una vida cristiana de excelencia y demostrarle asi, que Él no solo vale la pena, ¡vale la vida!
Isaías 26:3Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Santiago 1:25Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
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