18 may 2007

Dios no es cuestión de tiempo, si no de prioridad...

Anteriormente yo era una persona que solo dedicaba tiempo a mi trabajo, a mi y si sobraba tiempo a mi novia, la que hoy día es mi esposa. Nunca tenia tiempo para nada, le daba más importancia a mi trabajo y mi negocio independiente que a cualquier otra cosa. Y la mayoría del tiempo libre me la pasaba durmiendo y el que me cuestionaba en eso le contestaba que estaba en mi derecho a desperdiciar mi tiempo en lo que yo merecía, pues si me mataba haciendo dinero, tenia derecho a descanar.

Pero el Señor lo cambia todo. Desde que aceptamos al Señor y a Jesús en nuestro corazones cualquier otra cosa es después de ellos. Primero esta Dios y luego nosotros.

Hoy día colaboramos con varias instituciones benéficas y ayudando a cualquier persona que lo necesite, y tenemos tiempo de sobra. Tenemos tiempo para nuestro trabajo, para nuestros “freelance”, para ir a la Iglesia, para ayudar a la Iglesia, tener tiempo de pareja y mucho más.

Antes era una locura dejar en segundo plano a mis clientes, pero primero esta mi jefe, Dios. Cuando uno trabaja y se ocupa de las cosas el Señor, el Señor se ocupa de las tuyas y te hace la vida mejor organizada que cualquier agenda y te da justo lo que tu necesitas, pues el nos quiere ver cómodos.

Por eso, hoy día, escucho con cierto pesar cuando algunos de mis compañeros, amigos y hermanos contestan “no tengo tiempo, pues tengo que hacer tal cosa...”, pero luego no me preocupo pues así como El Señor toco mi corazón, se que algún día tocará el de ellos.

Así que atentos al decir “no tengo tiempo””no me alcanza el tiempo”, pues el tiempo no es de nosotros, es del Señor. Y créanme hermanos que cuando uno pone a Dios de primerito en su agenda su vida cambia maravillosamente.

Que El Señor me los siga bendiciendo.

Luis A. Salazar. M.

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