19 feb 2013

POR QUE LOS HOMBRES ODIAN A LA IGLESIA

Aunque no comparto algunos detalles con el autor, me parecio interesante la gran mayoria de los puntos, lo tome del Libro escrito "POR QUE LOS HOMBRES ODIAN A LA IGLESIA" Por Davy Murrow

Siempre me había preguntado por qué era tan difícil involucrar a los hombres en la iglesia? Por qué menos del 40% de los adultos en los servicios de adoración de la iglesia son varones? Por qué más de una quinta parte de las mujeres casadas de la iglesia se sientan solas cada domingo? Por qué los que están realmente comprometidos tienen nombres como Cecy, María y Sandra? He estudiado este fenómeno por tres años. Y lo que he aprendido me ha guiado a escribir este material: Por Qué los Hombre Odian Ir a la Iglesia. Desde ya le advierto que algunas cosas le parecerán chocantes.

La mayoría de personas asumen que los hombres son simplemente menos religiosos que las mujeres, pero esto no es verdad. Otras religiones tienen pocos problemas en atraer varones. Jesús fue un verdadero magneto o imán para los hombres. Pero hoy en día, pocos hombres están viviendo para Cristo. Ni siquiera como los que están muriendo por Alá. Por qué las fe que son rivales, inspiran a los hombres a tales compromisos, mientras que nosotros engendramos indiferencia? Un gurú de negocios dijo, "Tu sistema está perfectamente diseñado para darte los resultados que estás obteniendo." El Sistema Primario de Entrega del Cristianismo, es la iglesia local, Está perfectamente diseñado para alcanzar mujeres y ancianos. Ese es el porqué nuestras sillas están llenas de ellos. Pero este sistema falla en tocar los corazones de los hombres, así que los hombres (especialmente los muy masculinos o machos) se quedan afuera.

¿Que quiero decir? La mayoría de iglesias ofrecen un lugar seguro, una comunidad de cuidado, un oasis de comodidad y predictibilidad. Estudios demuestran que las mujeres y los ancianos son los grupos que mas buscan estos elementos. Nuestras congregaciones con sus locales proveen a las mujeres de aquello que buscan de manera natural, igual sucede con los ancianos, de ahí que los tengamos en mayor número.

Por el otro lado, los hombres y los jóvenes, se mueven hacia aquello que implica riesgo, desafío y emoción. Mientras que la misión actual de muchas congregaciones, es de hacer sentir a las personas confortables y seguras, en especial a aquellos que ya tienen mucho tiempo con nosotros. Los miembros de la iglesia rutinariamente bloquean cualquier cosa que parezca desafiante o innovador porque los puede hacer sentir inseguros o incómodos. Este cuidado mantiene la paz a corto plazo, pero aleja a los jóvenes y a los hombres a largo plazo.

Luego está nuestra reputación de ser un lugar para niños o para ancianas. Muchos hombres sienten que la iglesia es una „cosa de viejitas‟. La mayoría de hombres son introducidos al Cristianismo por mujeres, mujeres en sala cuna, maestras de escuela dominical, mujeres en atención a nuevos, o en la librería y por supuesto mamá. Los chicos se encuentran con un Jesús feminizado - un tierno y dulce hombre vistiendo un vestido blanco resplandeciente. La mayoría de oportunidades para voluntarios en la iglesia implican roles tradicionalmente femeninos: cantando, danzando, enseñando a niños, planeando reuniones sociales, etc. No hay nada pensado para que un hombre se pueda involucrar - a menos que él tenga una pasión por atender a reuniones sociales o repartir boletines. Y bueno, ya que los hombres son tan inútiles en la iglesia, surge la pregunta: ¿En verdad los necesitamos? ¡ ¡ ¡ SI ! ! ! La ausencia de participación masculina es uno de los más seguros pronósticos de la declinación de la iglesia. Las denominaciones con las más grandes brechas generacionales y de género son las que pierden más miembros y cierran más iglesias. Por el otro lado, las iglesias que tienen un alto grado de participación de hombres, son las más saludables y las que más crecen.

Línea Final: Si usted quiere una iglesia saludable a largo plazo, atraiga hombres. Esta fue la estrategia de JESUS. Todavía funciona hoy en día. En mi trabajo, le ofrezco algunos principios claves para establecer una iglesia que sea amigable y atractiva para los hombres. Siete de estos principios son los siguientes:

PRIMER PRINCIPIO: Cultive un Saludable Espíritu Masculino en sus células e iglesia. Un hombre debe sentir, desde sus primeros pasos al entrar en el local de reunión, que la iglesia no es solo un lugar para abuelitas, sino que también para él. No debe sentirse como en un club de mujeres. Los estandartes y banderas, los arreglos florales, las cajas de kleenex en nuestros santuarios hacen una declaración. Lo mismo cuando decimos en nuestras reuniones, tómense de las manos, déle un abrazos a todos los que estén alrededor, tiempos de „oración y compartir juntos‟, o despliegues de mucha emoción. Nuestra meta no es hacer llorar a los hombres, sino ayudarles a caminar con Dios, sin importar como parezcan.

SEGUNDO PRINCIPIO: Haga que los hombres sientan que son necesitados y muy queridos. Anímelos a usar sus dones y talentos, aun cuando no encajen de manera tradicional en nuestros servicios. Anímelos a servir a los pobres y necesitados, podría ser reparando carros o arreglando casas. Permita que los hombres hagan planes para hacer cosas propias de hombres, aun cuando nunca antes se habían intentado dichas aventuras.

TERCER PRINCIPIO: Presente el lado masculino de Jesucristo. Los pastores con frecuencia enfatizan a un Jesús muy tierno y con mucha empatía. Presentar a Jesús de esa manera esta bien, pero hacerlo semana tras semana hará que los hombres se marchen finalmente. ¿Por qué los hombres querrán seguir al Señor Gómez? Todavía mas extrañas son muchas de las canciones que usamos para adorar a Dios - la mayoría de ellas van en un tono romántico. Así que muchos hombres se sentirán incómodos cantándole canciones románticas a otro hombre. Los hombres quieren a un líder, no a un objeto de amor.

CUARTO PRINCIPIO: Evite la terminología femenina. Los hombres cristianos usan muchas palabras como precioso, maravilloso, especial, compartir, y palabras relacionadas que nunca escuchará en los labios de hombres comunes y corrientes. Hablamos mucho acerca de los perdidos y de los salvados; los hombres no quieren ser ninguno de estos. Y luego, he aquí una expresión que espanta a la mayoría de hombres – “Una Relación Personal con Jesús”. El mandato masculino y firme de Jesús a los hombres era “SIGUEME” pero ahora ha sido cambiado por “Tengamos una relación personal”. Hemos relanzado a Jesús en términos femeninos.

QUINTO PRINCIPIO: Predique Sermones Cortos. Conozco a muchos pastores que odian este principio, pero los hombres dicen que "los sermones aburridos y largos" son la razón #1 por la que evitan la iglesia. Gracias a los programas de TV de hoy en día, los hombres de hoy tienen un tiempo de atención de aproximadamente seis a ocho minutos (el espacio entre comerciales).Por qué no usar esto a su favor? Parta sus sermones en segmentos de seis a ocho minutos con una canción, un drama, un video clip, o lecciones objetivas entre ellos. Recuerde, las lecciones más memorables de Jesús fueron sus parábolas, ninguna de ellas toma más de dos minutos en ser enseñada. Sus parábolas han sobrevivido hasta hoy, porque los hombres las recuerdan.

SEXTO PRINCIPIO: Conviértase en un estudioso de los hombres. Aunque la mayoría de pastores son hombres, muy pocos entienden realmente a los hombres. Son las mujeres las que hacen que la maquinaria de la iglesia se mantenga marchando, así que el enfoque de los pastores está en mantener a las mujeres contentas y dispuestas a seguir colaborando de voluntarias. Esto debe cambiar. Yo desafío a los pastores del mundo a que estudien a los hombres. Un buen lugar para comenzar: lea el libro de John Eldredge, SALVAJE DE CORAZON.

SEPTIMO PRINCIPIO: Cree una cultura de Desafío de Persona a Persona. En muchas iglesias el pastor desafía desde el púlpito, pero no hay desafíos de hombre a hombre. El discipulado de Persona a Persona, en pequeñas células, es la única manera de traer a los hombres a la madurez en Cristo

Jesús. ¿Dónde comenzar? Escoja un puñado de hombres y hádalos sus discípulos, con el entendimiento de que cada hombre reclutará su propio grupo en el plazo de una año. Continúe discipulando a estos hombres, mientras ellos se convierten en discipuladores de otros hombres. Este es el modelo que Jesús nos dejó, y es lo que está haciendo despertar a muchos hombres en las iglesias de hoy día.

Sueñe por un momento. Imagine su iglesia llena de hombres que viven para Jesucristo. Hombres que vienen no solo por agradar a sus esposas, o cumplen con la religión. Pero hombres rindiendo sus vidas a Dios. Imagine lo que su iglesia podría alcanzar para el Reino de Dios. ¡La iglesia fue así en alguna ocasión; Así que puede serlo de nuevo!

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