30 sept 2012

Policías responderán ante tribunales por no impedir “lapidación” contra cristianos

Cientos de musulmanes enojados arrojaron trozos de hormigón y huevos a un grupo de cristianos, rociándolos con orina y maldiciéndolos. La policía estaba presente, y esta en vez de arrestar a los que habían causado el desorden público, amenazaron a las víctimas de “conducta desordenada”.

Esto ocurrió en ¿Egipto, Arabia Saudita, Somalia? No.
Sucedió en Dearborn, Michigan, EE. UU.

Así que ahora un equipo de abogados del American Freedom Law Center, va a la corte en nombre de las víctimas que fueron atacadas por la turba violenta musulmana en el Festival Internacional Árabe en junio pasado, un ataque que fue capturado en video.

La demanda fue interpuesta en el District Court for the Eastern District of Michigan en los EE. UU. donde los nombres de los funcionarios acusados fueron dados a conocer, estos son de la oficina del alguacil del condado de Wayne, que “echó a un lado a los cristianos con la intención de controlar la turba musulmana”.

La queja explica que las autoridades no sólo no lograron proteger a los cristianos, ordenaron que abandonaran el Festival Árabe, bajo amenaza de arresto por “conducta desordenada”.

Sin embargo, ningún musulmán fue detenido por el ataque que dejó a varios miembros del grupo cristiano ensangrentados, según cita la denuncia.

Entre los acusados está el subjefe Mike Jaafar, un musulmán que fue presentado en el show ahora cancelado “All American Muslim”, que apareció en The Learning Channel.

WND, informó, que la gente gritaba “Allahu Akbar!” – en árabe “¡Alá es el más grande!” – en el vídeo.

Según el video, la multitud comenzó arrojando más piedras, botellas y restos contra los cristianos que resultaron heridos.

“La policía de Dearborn, finalmente llegó después de 30 minutos de asalto”, dice un pie de foto.

El caso actual se basa en que los funcionarios del condado de Wayne, violaron los derechos de los cristianos como es la libertad de expresión y el libre ejercicio de la religión protegida por la Primera Enmienda.


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