Autoridades mexicanas y estadounidenses están investigando el asesinato de una misionera estadounidense en Tamaulipas, México. Incluso grupos misioneros en Texas están reevaluando los riesgos de trabajar en el país.
Nancy Davis de 59 años había ministrado en México por 40 años. Su esposo dijo que se encontraban a 112 kilómetros al sur de la frontera cuando hombres armados a bordo de una camioneta trataron de detenerlos. Cuando el señor Davis aceleró, ellos abrieron fuego, hiriendo a Nancy en la cabeza.
Las autoridades dijeron que la balacera ocurrió en una de las zonas más peligrosas del país. El área es controlada por el cartel de drogas de los Zetas, un hecho que los Davis probablemente ya conocían.
Amigos de la pareja dijeron que ellos habían pasado su vida en México ayudando a abrir nuevas iglesias.
Grupos misioneros al sur de Texas dijeron que la muerte de Nancy es otro llamado de atención sobre los peligros del ministerio en México, y están re-evaluando sus políticas de viaje.
“Por el momento no nos hemos sentado a decir oficialmente cual será nuestra política, pero no abandonen a esta gente, ellos necesitan ayuda, tal vez más ahora que nunca”, dijo Mark Rotramel, moderador de la Asociación Bautista del Valle del Río Grande. “Es peligroso, así que sin van, deben tener mucho cuidado”, agregó.
Tras el ataque el señor Davis dijo que manejó hasta la frontera a toda velocidad para dejar atrás a los hombres armados. Su esposa murió por las heridas cerca de una hora más tarde en un hospital del sur de Texas.
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