24 may 2010

Radio en prisión cambia vida de 600 reos

Como todos los días, el conocido locutor salvadoreño Ryley Serrano, inicia su turno de radio, saludando a la audiencia.

Radio Esperanza es, en toda Centroamérica, la primera radio de circuito cerrado que opera dentro de una prisión; y cuyo director, además de experto en radiodifusión, es uno de los internos.

“Nos motiva a llevar a más de 600 internos mensajes positivos, no sólo en la música, sino en lo que también se habla. Se comparte con todas esas personas que necesitan una esperanza”, dice Serrano.

Las bocinas distribuidas por todo el recinto, atraen a los internos, que gustosos escuchan 10 horas diarias de programación, con música religiosa y popular, mensajes motivacionales, información de utilidad, noticias y entrevistas.

El Club 700, que desde 1993 mantiene un proyecto de evangelización y consejería en esta prisión, fue una de las organizaciones que más colaboró con el equipamiento de la estación.

Así lo señala Oscar Fajardo del Club 700. “La reacción es positiva y la gente está a la expectativa de a qué hora son las predicaciones, a qué hora ponen alabanzas, para adorar el nombre del Señor Jesucristo”.

Muchos prisioneros dan testimonio del efecto transformador que la radio ha tenido en sus vidas y la de sus compañeros. Vidal Hernández es uno de ellos, el asegura que “muchas veces la misma presión de la cárcel, uno no aguanta, algunos toman la decisión hasta de ahorcarse, muchas cosas que se ven, y el único camino es buscar de Dios y saber que El es el único que nos puede ayudar”.

Un mensaje tan poderoso, que la Penitenciaria de Occidente ha pasado de ser uno de los penales más violentos de El Salvador a uno de los más destacados por su tranquilidad.

Esto es confirmado por Neftaly Portillo, Director del penal: “el nivel de estrés ha bajado y sentimos que los programas de tratamiento que da el equipo técnico se refuerzan con los temas propositivos que se dan”.

Para el personal de locutores y técnicos de la radio, todos ellos internos de la prisión, no hay satisfacción mas grande.

“Y me he sentido bien, ayudando, viendo que puedo enseñar a otros para que puedan sobrevivir en la vida ya no vuelvan a cometer el error de estar acá”, dice Ricardo Funes, uno de los locutores.

Una labor en la que Radio Esperanza, como afirma Serrano, no tiene competencia. “No te pueden desconectar, ni cambiar el dial. Te tienen que oír”, afirma sonriendo.

No hay comentarios: