23 mar 2010

Se desvelan cuatro casos de abusos sexuales en un hospital evangélico alemán

El hospital Johannestift fue escenario de hasta cuatro casos de abusos a minusválidos durante los años 80 y 90. El personal implicado fue despedido de inmediato ya que, según el director del hospital, «siempre actuamos ante estos casos de forma consecuente». Esta institución médica se encuentra en Berlín y depende de la iglesia evangélica germana.

Los casos de pederastia y abusos sexuales en centros educativos religiosos en Alemania, que casi a diario salen a la luz, se han extendido también a instituciones médicas dependientes de la iglesia. El rotativo berlinés BZ sacó a la luz el caso del hospital Johannestift, especializado en la atención de personas con minusvalías, donde se produjeron al menos cuatro casos de abusos y coacción sexual con pacientes y personal.

El periódico cuenta las circunstancias de cada caso. Por ejemplo, un enfermero que sedujo a una paciente de 17 años con una minusvalía que dependía de su atención sanitaria y que fue despedido y denunciado ante la Justicia. El mismo hospital despidió también en aquellas fechas a un empleado que abusó igualmente de una trabajadora menor, que cumplía labores en el recinto del Johannestift.

El diario alemán explica igualmente que un visitante asiduo del centro médico fue expulsado del mismo y se le prohibió la entrada tras descubrirse que había forzado a una paciente anciana a mantener relaciones sexuales.

CASOS ADMITIDOS
El pastor Martin von Essen, director de Johannesstift, reconoce en unas declaraciones al rotativo esos casos, pero subraya que «nosotros no ocultamos nada y en casos así actuamos siempre de manera consecuente y ofensiva».

Asimismo explica que las víctimas «son con frecuencia personas dependientes, que no se pueden valer por sí mismas y para las que en algunos casos asumimos el papel de padres» y destaca que el personal que abusa de los pacientes ha sido siempre despedido y denunciado.

En unas declaraciones también al BZ, el fiscal berlinés Marin Schelter advierte de que los abusos contra personas indefensas están castigados «con penas de seis meses a diez años de cárcel, penas que no bajan de los dos años en caso de violación».

«Y para quien aprovecha su relación como cuidador de una persona dependiente para abusar sexualmente de su paciente la ley contempla penas de hasta cinco años de prisión», añade el fiscal berlinés.

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