El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas votó a favor de la resolución que condena la "difamación religiosa".
La resolución, en realidad, socava a los cristianos. Sin embargo, la directora de defensa de Open Doors (Puertas Abiertas), Lindsay Vessey comenta que el voto significa buenas noticias: "En los últimos tres años, esta resolución ha estado perdiendo apoyo. Es muy emocionante que este año muchos países cambiaran sus votos. Parece que tomará otro año aproximadamente para vencer completamente a la resolución".
Vessey explica que esto obstaculiza severamente la propagación del evangelio: "Lo están usando para justificar la limitación de la capacidad de los misioneros para evangelizar, o de los cristianos nacionales para simplemente poner en práctica su fe".
La ley de blasfemia en Pakistán es un buen ejemplo de cómo se puede abusar. Vessey agrega que la ley a menudo se usa en Pakistán para arreglar disputas, y cita un caso presentado hace seis días, que envió a la cárcel a una mujer cristiana: "Ella tuvo una pelea con su vecina musulmana. Esta mujer, su pariente, que es una musulmana extremista, presentó un caso de blasfemia contra esta mujer cristiana".
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