26 jun 2009

´La Biblia del Siglo de Oro´, 440 aniversario de la joya de Reina y Valera, en la Biblioteca nacional

La Biblioteca Nacional y la Sociedad Bíblica presentaron la Biblia del Siglo de Oro Español, una edición conmemorativa del 440º aniversario de la publicación de la Biblia Reina-Valera, también conocida como Biblia del Oso. Ésta fue la primera Biblia en castellano traducida directamente de las lenguas originales hebreo y griego por Casiodoro de Reina en 1569 y revisada posteriormente por Cipriano de Valera en 1602.


Y aunque parezca extraño, han tenido que pasar casi cuatro siglos y medio para que el trabajo realizado por Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera vea la luz en España tal y como ellos lo hicieron, incluyendo los libros deuterocanónicos y siguiendo el orden escogido por estos monjes jerónimos obligados a huir de España por la represiva Inquisición.

Es por ello que la presentación de la pasada semana en la Biblioteca Nacional de España, con el respeto y admiración de todos, es un ejemplo de que los tiempos en algo han cambiado para mejor. Quizá Reina y Valera, quemados en efigie, nunca imaginarían un escenario así para la presentación de su obra. Lejos de los que tanto dolor y penurias infligieron a sus vidas y a sus obras, en la tarde del 16 de junio de 2009, la Biblia del Siglo de Oro ha sido presentada con todo el respeto y el honor que corresponde a una obra digna de reconocimiento público cultural y espiritual.

En el acto de presentación, Ana Santos, directora de Acción Cultural de la Biblioteca Nacional, celebró el momento y significado de esta Biblia del Siglo de Oro que llegaba al Siglo XXI con toda su riqueza histórica. José María Contreras, director general de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, en su saludo reconoció que: «Con este acto retomamos una parte de nuestra propia historia» al tiempo que deseaba que nunca más ningún español sea perseguido en España por razones de índole religiosa.

José M. López Rodrigo, director de la Fundación Pluralismo y Convivencia, añadía que «estamos presentando un libro del S. XXI siendo capaces de hacer que tenga una novedosa aportación histórica y cultural hoy». Mariano Blázquez, secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España destacó su admiración por el trabajo de la Sociedad Bíblica que, en tiempos de crisis como los actuales, es capaz de arriesgarse a llevar a cabo empresas como esta traducción. Concluyó la participación institucional Máximo García, Presidente del Consejo Evangélico de Madrid,

Participaron también en la presentación de la obra Ricardo Moraleja, responsable del área de traducciones; Samuel Escobar, pedagogo y presidente honorario de las Sociedades Bíblicas Unidas; José Manuel Sánchez Caro, catedrático de Sagrada Escritura de la Universidad Pontificia de Salamanca; y Julio Trebolle, director del Instituto de Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense de Madrid, expusieron cada uno aspectos y ángulos distintos relativos a la obra y sus traductores, pasando desde lo histórico a los aspectos de cultura, significado espiritual y análisis del valor literario.

HISTORIA DE DOS HÉROES DE LA FE
La llamada ´Biblia del Oso´ fue la primera traducción completa de la Biblia al castellano; llevada a cabo por Casiodoro de Reina. En 1602 fue revisada por Cipriano de Valera, en una versión conocida como la ´Biblia del Cántaro´.

Casiodoro de Reina fue un importante estudioso y traductor de la Biblia que nació en el sur de España, posiblemente en Montemolín, en torno al año 1520. Durante su vida religiosa desarrolló un interés particular en traducir la Biblia al castellano. En 1569, publicó en Basilea su traducción de la Biblia, la cual ha pasado a la historia con el nombre de Biblia del Oso.

Pocos años después, su compañero de monasterio Cipriano de Valera publicaría su revisión. Nació, probablemente, hacía 1532, en Valera la Vieja. Esta población, situada sobre las ruinas del antiguo asentamiento romano de Nertóbriga, formaba parte del reino de Sevilla en los días de Cipriano, y actualmente pertenece al municipio de Fregenal de la Sierra, en Badajoz. Fue compañero de Casiodoro de Reina en el monasterio jerónimo de San Isidoro del Campo (Sevilla). En el año 1602 publicó en Ámsterdam su revisión de la Biblia del Oso.

El sueño de estos monjes, lejos de un lucimiento personal, perseguía poner al alcance del pueblo llano la palabra de Dios, convencidos del impacto que tendría en las personas y en la sociedad. Un sueño que compartieron con otros reformistas europeos, como Lutero o Calvino, que defendieron el valor incalculable de la lectura libre y cercana de la Biblia.

REVISIONES POSTERIORES
Durante la segunda mitad el siglo XIX, otro ilustre español, Lorenzo Lucena Pedrosa, realizó una revisión de la Reina–Valera, que haría que el texto fuera recuperado por las florecientes comunidades protestantes de la época. El hecho de que las Sociedades Bíblicas comenzaran a editar el texto según el canon tradicional de las iglesias evangélicas –sin los libros apócrifos o deuterocanónicos– propició aún más su estatus de libro prohibido y se ganó el apodo de la «Biblia protestante».

Reina–Valera es, aún hoy, el libro de cabecera para más de 100 millones de protestantes de habla hispana en España y América. No obstante, es interesante constatar que un texto de la grandeza literaria de la Biblia Reina–Valera permanezca como una obra prácticamente desconocida para la mayoría de hispanohablantes no relacionados con la fe evangélica. Con la presente edición, la Sociedad Bíblica quiere contribuir a enmendar este lapsus histórico, cultural y espiritual para que así llegue al lector actual, y desea rendir homenaje a Reina y a Valera por lo que su obra significó para la literatura del siglo XVI.

UNA EDICIÓN HISTÓRICA
La presente edición incorpora varios artículos escritos por reputados traductores, biblistas e historiadores. Tales artículos tratan diversos y destacados aspectos del texto Reina–Valera y nos aproximan, aún más, a la significación literaria y espiritual de esta inmortal obra. Además, se ha incluido, en reproducción facsímil, la «Amonestación» y la «Exhortación» que Reina y Valera escribieron para sus respectivas ediciones. En cuanto a los textos bíblicos mismos, se han incluido según la edición de Cipriano de Valera y en el mismo orden en que el los incluyó: primero los textos hebreos del Antiguo Testamento, a continuación los libros apócrifos del Antiguo Testamento –procedentes de la Septuaginta y también denominados deuterocanónicos– y finalmente, los libros del Nuevo Testamento.

La belleza literaria del texto Reina–Valera, su armonía sintáctica, su vocabulario y uso del lenguaje hacen de esta Biblia un texto literario digno representante del Siglo de Oro, Sin embargo, pese a su importancia desde el punto de vista literario como religioso, fue pronto proscrita por la Inquisición española, por lo que llegó a circular poco por España. Aunque el hecho de que las comunidades protestantes en el exilio lo adoptaran como propio propició que se convirtiera más tarde en referencia del protestantismo español.

LOS EXPERTOS ANTE LA BIBLIA REINA-VALERA
La obra, además del texto bíblico, incluye varios estudios elaborados por distintos expertos en áreas relacionadas con la lingüística, la sociología, la historia y la religión, que complementan la obra con un profundo análisis del valor de la primera Biblia en español. Así, Ricardo Moraleja Ortega, del departamento de traducciones de la Sociedad Bíblica, repasa la vida de los primeros traductores, Reina y Valera. Luis Rivera Pagán, profesor del Seminario Teológico de Princeton, explica la importancia de esta Biblia en la historia ibérica «proscrita y prohibida, acogida en los silencios y ocultamientos de quienes mantuvieron tenazmente su disidencia religiosa».

También se puede encontrar un estudio literario comparativo, a cargo de Plutarco Bonilla, que realiza interesantes apuntes sobre la relación entre la Biblia y el Quijote, la gran obra del Siglo de Oro en España. A continuación, Samuel Escobar escribe sobre el impacto social de la fe protestante, ya que «siendo lo central del culto protestante la lectura y explicación de la Biblia, la conversión a esta fe era también un desafío a la lectura».

En esta edición hay lugar para las voces católicas, como la de José Manuel Sánchez Caro, catedrático de Sagrada Escritura de la Universidad Pontificia de Salamanca, que aprecia que esta versión «ha sabido crecer y cambiar, actualizarse y ponerse al día de la lengua de sus lectores, sin por eso perder el sabor añejo del buen vino de siempre, en una especie de milagro lingüístico». Por su parte, Gabino Fernández Campos, historiador y director del Centro de Estudios de la Reforma, repasa el impacto de la difusión de la Biblia Reina-Valera en el protestantismo de habla castellana, de la que «hoy, en pleno Siglo XXI, se siguen publicando más de tres millones de ejemplares al año».

Es, por tanto, una edición cuidada, con un lenguaje actualizado para llegar a los lectores de hoy, pero respetando los trazos históricos que Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera dejaron en su obra original. Un homenaje más que merecido para una obra que a lo largo de los siglos tanto ha significado para los hispanohablantes.

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