Laura Alonso tiene el marido ideal. Buen mozo, inteligente, romántico y trabajador. Como esos hombres que ya no se consiguen tan fácilmente. Por eso, cansada de que la envidien, se apiadó de las mujeres y decidió compartirlo.
Daniel Alonso y su esposa abrieron su empresa de reparaciones hace más de 12 años, ofreciendo a sus clientes todo un catálogo de reparaciones eléctricas, electrónica, carpintería o plomería. Pero al parecer, en los comienzos de este emprendimiento las cosas no funcionaban tan bien como hasta después de cambiarle el nombre.
"Al lado de mi casa vivía una señora mayor, que siempre le decía a mi mujer '¿Me prestas a tu marido?' Y como esta señora hacía unas tortas muy ricas, mi mujer le dijo 'no te lo presto, te lo alquilo, pero me haces una torta' y ahí se nos ocurrió el nombre", cuenta Daniel a BBC Mundo.
Ambos reconocen que si bien el nombre tiene un muy buen "gancho", el "buen negocio" para ambas partes se centra en la posibilidad de acumular varias reparaciones, ya que es muy difícil conseguir un especialista en cada rubro, que haga un trabajo muy pequeño y no cobre cifras irracionales.
"Un electricista no repara una lamparita, ni un cerrajero ajusta el tornillo de una cerradura, y mucho menos se puede llamar a alguien que venga a colgar un cuadro, por eso las clientas prefieren a quien pueda solucionar todos estos problemas de una sola vez, y por sólo 50 pesos la hora (unos 15 dólares)", dice Daniel.
En varios casos sucede que si uno no esta capacitado para reparar las averías de su casa, probablemente se termine acostumbrando. "Una vez una chica me pidió que le arregle el picaporte de la puerta de la casa, porque cuando intentaba abrir, se quedaba con la manija en la mano. Luego de terminar el trabajo me dijo: '¿sabes que hacia 8 años que estaba rota?'"
No todo es lo que parece
En "Marido se alquila" sobra sentido del humor. Con un nombre tan delicado, los malentendidos están a la orden del día.
"Un día a las 3 de la mañana sonó el teléfono, y cuando mi esposa se levantó a atender, una mujer le dijo 'necesito un hombre', mi mujer rápidamente le respondió 'no querida, te equivocaste, mi marido arregla calefones'"
"Otra vez me pasó que recibí un mensaje en el contestador que decía: 'Hola soy Ricardo, soy taxi boy (hombre que ejerce la prostitución) hace muchos años, así que si necesitas ayuda, en caso de que no puedas con tanto trabajo, te puedo hacer una segunda mano'"
La venganza de los otros
Según cuenta Ricardo, no trabaja únicamente con mujeres solas; sino que muchos matrimonios, estudiantes adolescentes y hasta hombres lo llaman para solicitar sus servicios.
"Un sábado entré a la casa de un matrimonio, y la mujer le había pedido a su marido, sin éxito, que le arreglara unas cosas. Cuando el esposo vio mis herramientas de trabajo, dijo: '¡Qué vivo! ¡Yo con esas herramientas también lo hacía!'"
Beatriz Prieto, una de las clientas de la empresa, le contó a BBC Mundo: "Yo estoy casada desde hace años pero mi marido no hace nada. Ahora se acostumbró y cuando algo de la casa no funciona me dice 'Llama al otro'"
Ya hay mas de 2.500 clientas que utilizan sus servicios
Alonso, de 56 años, asegura que "la repercusión de la compañía fue tal, que hemos tenido problemas legales con gente que intentó copiar nuestro nombre, que de hecho ya es una marca registrada en el país, y hasta estuvimos en juicio con un programa de televisión que tomó nuestra historia para transformarla en ficción."
Este modelo de servicio ha trascendido las fronteras, y hoy ya se desarrolla en muchos países. "En Valencia (España) nos han copiado el nombre y hasta el eslogan, pero no se puede tener el control del mundo entero. Si yo le hubiera puesto 'Arreglatuti', 'Todoservice', o cualquier otro nombre así, hubiera sido uno más. La diferencia la hace el nombre"
A pesar de que esta idea es un alivio para los hombres haraganes, la buena noticia es nuevamente para las mujeres, porque este marido, además, viene sin suegra.
fuente:BBC
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