Abraham Ahuvia, un ex maestro de 87 años, desencadenó un escándalo en Israel por su transcripción al hebreo moderno del texto original de la Biblia, que se encuentra en hebreo arcaico. En los últimos días, al comenzar el año escolar, los primeros 14 fascículos de la obra llegaron a las aulas de primaria de algunas escuelas, provocando indignación en el mundo rabínico, mientras en el ministerio de Instrucción se habla de “escándalo”.
Ahuvia fue atacado por lingüistas, pedagogos y defensores de la ortodoxia religiosa. Hoy el diario Haaretz le dedica la primera plana, mientras él sigue convencido de haber hecho un favor a los educadores.
Nacido en Polonia, Ahuvia sobrevivió a Buchenwald y tras la guerra emigró a Palestina, donde fundó un kibbutz al este de Tel Aviv. Durante años, explicó el contenido bíblico a generaciones de alumnos israelíes, constatando que para ellos estaba escrito “como en una lengua extranjera”: comprendían las palabras, pero se les escapaba el significado global del texto.
Al jubilarse, Ahuvia creó un sitio web donde semana a semana transcribió en forma simplificada el texto
bíblico: así en cuatro años reelaboró el Viejo Testamento, frente al texto original.
Por ahora sólo salieron los primeros fascículos, pero es posible que en el futuro se publique la obra completa. Pese a sus buenas intenciones, el diario Haaretz refiere que en el ministerio de Instrucción hay mucho enojo y la obra de Ahuvia corre el riesgo de ser prohibida.
“Son un verdadero desastre”, dijo una responsable, mientras otros creen que la acción oculta “intereses comerciales”.
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