La Tierra ya ha sufrido cinco grandes extinciones de especies a lo largo de sus más de 4.570 millones de años y la sexta podría estar cerca. No se trata de una nueva película de los estudios de Hollywood, sino de avisos reales que está dando la naturaleza. Sobre la causa de la pérdida de la biodiversidad, todos los trabajos apuntan en la misma dirección: el hombre.
En la actualidad, a medida que el hombre incrementa su consumo de recursos, disminuye la disponibilidad para el resto de seres vivos. La competencia es mortal. La quinta extinción fue desigual a lo largo y ancho del planeta, ya que afectó al 88% de los grandes mamíferos de Australia, al 83% de Suramérica, al 72% de Norteamérica, al 35% de Europa y al 21% de África. Y en el mismo sentido ocurre en la actualidad, con impactos desiguales en ecosistemas y regiones.
Un factor importante en los impactos ambientales es el crecimiento de la población mundial, que lleva aparejado un incremento en el consumo de energía. La población mundial sobrepasa los 6.700 millones y en 2050 se espera llegar a los 9.300 millones. Desde la Revolución Industrial, más de la mitad de la gran fauna se ha extinguido o se encuentra en peligro, y la cuarta parte de las 4.629 especies de mamíferos conocidos están en situación crítica.
La situación de la biodiversidad en los próximos 10 millones de años estará determinada por las actuaciones realizadas por el hombre en los próximos 50 a 100 años, según Paul Ekrlich y Robert Pringle, de la Universidad de Stanford.
Entre los impactos humanos destacan el aumento de la toxicidad de los ecosistemas por la agricultura (fertilizantes, plaguicidas) y la combustión de energía, la fragmentación de hábitats, y la devastación de reservas pesqueras.
Por su parte, David Wake y Vance Vredenburg, de la Universidad de California, sostienen que tras las cinco extinciones masivas del planeta, la sexta "está en camino", que afectará a los anfibios.
OCEANOS
Sobrepesca, destrucción de hábitats, introducción de especies, acidificación, calentamiento y aumento de toxinas y nutrientes (vertidos), todos achacables a las actividades humanas, están transformando los océanos y alterando la cadena alimentaria.
ISLAS
Las aves son las grandes perdedoras en las invasiones de especies en las islas, mientras que las plantas han sabido hacer frente mejor a la introducción de especies exóticas. En Nueva Zelanda, por ejemplo, de las 91 especies de aves autóctonas, 38 han desaparecido, frente a sólo tres de las más de 2.000 plantas autóctonas.
Dov Sax y Steven Gaines, de la Universidad de California, estiman que los predadores son responsables del 30% de las extinciones de vertebrados. Junto con otros factores como la destrucción de hábitats y la contaminación, se alcanza el 98% de la extinción. Durante los últimos 500 años, el hombre ha contribuido a la desaparición de miles de especies de aves que vivían en islas.
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