Pese a que las autoridades Chinas aprobaron la distribución de Biblias entre los cientos de miles de atletas y visitantes que asisten a los Juegos Olímpicos, los ultrajes hacía los cristianos chinos y los misioneros en ese país no han cesado.
Según fuentes oficiales del comunismo chino, existen 15 millones de protestantes registrados y 5 millones de católicos en el país. Sin embargo, millones de cristianos no registrados, e iglesias subterráneas encaran una dura persecución en la China actual.
Debido a esto muchos periodistas opinan que la recepción de los Juegos Olímpicos ha dado al régimen una excusa para aumentar los arrestos y la detención de creyentes religiosos en nombre “de la seguridad de las Olimpiadas”.
Durante la primera semana de los Juegos Olímpicos fue arrestado Hua Huiqi, líder de la iglesia no oficial de Protestantes en Beijing, mientras se dirigía a un servicio religioso en Beijing al que asistía el Presidente George Bush.
De igual modo fue detenido dos días antes de empezar las Olimpiadas, Zhang Mingxuan, el pastor de la “bicicleta”, conocido por viajar alrededor de la China en una bicicleta con el fin evangelizar. Él también fue la persona que facilitó el reciente convenio entre La Voz de los Mártires y la Asociación de Ayuda China para la creación del Brazalete Olímpico de Oración, que tiene como fin crear durante las Olimpiadas una cadena de oración por los cristianos que son perseguidos en China.
Pero recientemente la noticia que encabeza los titulares tiene que ver con el decomiso de 300 Biblias el pasado domingo en el aeropuerto de Kunming, en la provincia de Yunnan.
Según la agencia de noticias Associated Press, los misioneros norteamericanos, integrantes del grupo religioso Vision Beyond Borders (Visión sin Fronteras) dijeron no tener intenciones de abandonar el aeropuerto hasta no recuperar las Biblias secuestradas.
“No nos queremos ir sin tomar nuestros libros. Nos ha costado mucho dinero traerlos hasta aquí” dijo Pat Klein, líder del grupo religioso. “Ellos dicen que es ilegal traer Biblias, y si lo hubiéramos querido deberíamos haber tramitado un permiso con tiempo”.
Sin embargo, los oficiales de aduana sólo mostraron una copia de la ley en ideogramas chinos, sin que los turistas entendieran una sola palabra. “Estamos esperando ver la ley en Inglés”, dijo Klein a la prensa el día lunes.
Durante 20 años el grupo de Vision Beyond Borders de Sheridan, EE UU, ha distribuido 20,000 Biblias en China sin problemas como parte de su misión de “fortalecer la perseguida iglesia” según informó el Washington Times. Y como parte de este legado planeaban distribuir Biblias impresa en chino gratuitamente a los ciudadanos locales de la ciudad de Beijing
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