24 jun 2008

Se disputa en corte de quién son “Las huellas en la arena”

Estados Unidos (Cristianos.com).- El famoso poema “Las huellas en la arena” que yace impreso en carteleras, tarjetas, vasos y demás objetos cristianos, es el centro de una disputa en corte entre varias familias que reclaman tener los derechos de autor, del texto que por años se ha promocionado bajo “Autor Anónimo”.

A continuación presentamos el poema que ha sido traducido en varios idiomas.

Las huellas en la arena

Una noche tuve un sueño… soñé que estaba caminando por la playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida.

Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena: unas eran las mías y las otras del Señor.

Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida quedaban sólo un par de pisadas en la arena.

Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de mi vida. Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor: “Señor, Tu me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo, a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida, había en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo porque Tu me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba”.

Entonces, El, clavando en mi su mirada infinita me contestó: “Mi querido hijo. Yo te he amado y jamás te abandonaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas fue justamente allí donde te cargué en mis brazos”.

Según publicó Christianity Today, ahora un tribunal federal en Long Island trata de decidir a quién pertenecen las huellas que quedaron plasmadas en la arena junto a las de las de Jesús durante los mejores momentos.

Basil Zangare de Shirley, Nueva York, asegura que aquellas huellas en la arena pertenecen a su madre Mary Stevenson. Y es por eso que Zangare puso una demanda el 12 de mayo en la corte federal, reclamando que su madre escribió las famosas palabras en los años treinta y las registró en los EE.UU. en 1984.

Sin embargo, John A. Hughes, abogado de Margaret Fishback Powers, una evangelista canadiense, quien se encuentra demandada en el caso de Zangare, afirma que la demanda es “en pocas palabras, infundada”.

Hughes dijo que Zangare esperó demasiado tiempo para demandar y, además afirmó que la matrícula de derecho de autor no demuestra autoría absoluta. En cambio, dice que Los Powers son los únicos con una marca registrada para el poema. “Ella lo escribió un día de Acción de gracias en Canadá durante un retiro religioso en 1964″, dijo Hughes, refiriéndose a Powers, quien actualmente tiene numerosos productos de “Huellas en la arena” en el mercado.

Él espera que el caso se cierre antes de que los “testigos de un acontecimiento que sucedió en Canadá en 1964″ tengan que ser localizados.

Mientras tanto, Carolyn Joyce Carty, la otra mujer mencionada en la demanda de Zangare, afirma no haber recibido aún los papeles de la corte.

En su sitio web, Carty afirma haber escrito el poema en 1963 cuando ella tenía seis años, y lo hizo inspirada por poeta Henry Wadsworth Longfellow.

Carty, por su parte, dice que Zangare asume erróneamente que ella se ha enriquecido a causa del poema. “Yo no he recibido ninguna regalía por nadie que ha promovido mi poesía”.

Lamentablemente las “Huellas en la arena” ha pasado de ser un escrito de inspiración para convertirse en el centro de una litigación. Pero sin lugar a duda la moraleja de la poesía claramente indica que lo importante no es de quién eran las huellas plasmadas junto a las de Jesús, sino que Su lado podemos superar todos los obstáculos que aparezcan en el camino.

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