LONDRES, (Efe/ACPress.net)
El arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Rowan Williams, oficiará en Londres un servicio religioso, que en principio debía ser secreto, para sacerdotes homosexuales y sus parejas. El secreto se ha roto, sin embargo, con la publicación de una serie de detalles en un portal evangélico, cuyos responsables han afirmado que "la naturaleza secreta y las circunstancias de la reunión indican que tiene algo que ocultar".
Wiliams celebrará este oficio religioso en la iglesia de San Pedro, parroquia a la que acude regularmente la élite más liberal y de mayor nivel social de los anglicanos que viven en la capital británica. Durante el oficio, el primado pronunciará una homilía titulada "Realidad actual y posibilidades futuras para lesbianas y homosexuales en el seno de la Iglesia (anglicana)".
El acto, que tendrá lugar el 29 de noviembre, ha sido organizado de acuerdo con un reglamento especial que impide revelar lo allí discutido así como los nombres de los asistentes, cuya lista se destruirá una vez acabado el servicio.
EN EL PEOR MOMENTO
Como cabeza de la comunión anglicana, Williams tiene como principal misión mantener su unidad, puesta en peligro desde la ordenación en el 2003 en EEUU del obispo Gene Robinson, homosexual que convive con su pareja.
La revelación de ese acto secreto llega en el peor momento posible para el arzobispo, que esta semana tiene previsto asistir a una reunión con obispos episcopalianos de EEUU para tratar de la crisis.
En estos momentos la comunión anglicana atraviesa fuertes turbulencias, y así varios arzobispos africanos integrados en el llamado grupo "Global South" ("Sur global") ha consagrado obispos que públicamente afirman no aceptar la autoridad de su propia Iglesia episcopaliana por considerarla demasiado liberal.
EL POSIBLE CISMA, MÁS CERCA
Según el diario The Times, se está poniendo todo a punto para facilitar el cisma de una provincia episcopaliana en EEUU mientras corren rumores de que en Inglaterra podría ser consagrado próximamente también un obispo misionero por un prelado conservador africano, al margen de la autoridad de la Iglesia de Inglaterra y en su propio "territorio".
Pero las críticas le llegan al arzobispo de Canterbury también desde el otro extremo; ya que ha sido cuestionado abiertamente por el reverendo Richard Kirker, del Movimiento de Cristianos Homosexuales y Lesbianas, por intentar mantener en secreto el próximo servicio religioso. "No creo que esté bien. El carácter secreto (de ese servicio) contrasta fuertemente con la publicidad dada a las reuniones del arzobispo con toda una serie de líderes religiosos que se oponen a los homosexuales".
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