NUEVA YORK, Hay padres que les regalan a sus hijos la Barbie y otros muñecos. Pero muchos de los ochenta millones de cristianos protestantes que viven en Estados Unidos, prefieren comprarles juguetes bíblicos, un tipo de ocio con otro de mensaje -muy distinto al banal de la Barbie- que se ha puesto de moda.
A ellos está dirigida una amplia oferta de ocio de carácter religioso que abarca todos los ámbitos del entretenimiento y al que recientemente se ha unido la iniciativa de la cadena de supermercados Wal-Mart de vender muñecos con “denominación bíblica”.
Desde hace unas semanas, varios personajes de las sagradas escrituras, transformados en juguetes de la marca Blessed Toys (juguetes bendecidos) se venden en unos 500 establecimientos de todo el país (particularmente en el sur, en el llamado cinturón bíblico, donde el movimiento evangélico es más fuerte) durante un período de prueba de cuatro meses. Entre ellos hay desde una figura de Jesucristo que lee varios pasajes de la Biblia a otra de Sansón con un audiolibro para entender "la fascinante historia del hombre más fuerte del mundo".
Si los muñecos tienen aceptación, Wal-Mart ampliará la oferta a sus 3.376 sucursales. "Si eres una persona religiosa, se trata de una lucha por formar las mentes de tus hijos y por elegir adecuadamente sus juguetes" advierte desde su página web David Socha, responsable de One2believe, fabricante de los muñecos. Wal-Mart sabe bien que las familias cristianas están dispuestas a gastar en productos que eduquen adecuadamente en sus valores religiosos.
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