Cuatro amigos de la Universidad se fueron a parrandear el fin de semana antes de los exámenes finales a un país vecino.
La pasaron super bien. Pero después de tanta fiesta durmieron todo el domingo y no regresaron a su país hasta el lunes por la mañana.
En lugar de entrar al examen final, decidieron que al terminar el examen hablarían con el profesor y le explicarían la razón por la que habían perdido el examen.
Le explicaron que se habían ido de viaje el fin de semana y que planeaban estar de regreso y estudiar, pero desafortunadamente, "se les ponchó" una llanta cuando venían de regreso, no tenían las herramientas y nadie les había querido ayudar.
Como resultado de la aventura, perdieron el final. El profesor lo pensó y acordó hacerles el final al día siguiente. Los cuatro amigos estaban felices.
Estudiaron toda la noche y llegaron al día siguiente a hacer el examen.
El profesor los puso en salones separados y les repartió a cada uno el test para que comenzaran.
Vieron el primer problema, valía 5 puntos y era muy fácil sobre la historia del mercadeo. "¡Excelente!", pensó cada uno en su salón separado.
"Esto va a estar muy fácil"
Cada uno terminó el problema y voltearon la página. En la segunda página estaba escrito:
Por 95 puntos.........: ¿Cual llanta?
Efesios 4:25
Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros
Salmos 34:13
Guarda tu lengua de mal, Y tus labios de hablar engaño.
Salmos 119:104
De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
Proverbios 12:17
El que habla verdad, declara justicia; Más el testigo mentiroso, engaño.
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