30 oct 2008

Psicólogo antes del púlpito

Los aspirantes a sacerdotes católicos tendrán que someterse a análisis psicológicos antes de que se les permita comenzar su preparación como curas.

Así lo establecen las nuevas directrices que seguirá el Vaticano.

En el futuro, las personalidades y las tendencias sexuales de los seminaristas serán tomadas en cuenta para evaluar si son aptos para ejercer el sacerdocio.

Un grupo italiano que defiende los derechos de los homosexuales ha criticado los planes de la máxima instancia del catolicismo.

Los calificaron como una brutal discriminación que promueve la propagación de lo que denominó el veneno de la exclusión y la homofonía.

Sobre la base de los nuevos lineamientos, los estudiantes que aspiren a convertirse en sacerdotes católicos deberán acceder a pruebas conducidas por profesionales de la salud mental.

Prevención

Las nuevas pautas, según sus creadores, buscan "prevenir muchas tragedias", pues "demasiados defectos mentales brotan sólo después de la ordenación" y su detección temprana es clave.


El cardenal Grocholewski dijo que la homosexualidad es una irregularidad.

El prefecto de la Congregación de Educación Católica, Zenon Grocholewski, fue el encargado de presentar el documento.

De acuerdo con el cardenal, los alumnos célibes con "tendencias homosexuales arraigadas" deben ser excluidos del sacerdocio, "no porque cometan un pecado, sino porque la homosexualidad es una desviación, una irregularidad, una herida", que los frena en el cumplimiento de su trabajo.

Los nuevos criterios refuerzan las recomendaciones hechas en 2005 por el Vaticano como respuesta a una serie de denuncias sobre casos de abusos sexuales en los que estaban envueltos sacerdotes católicos de Estados Unidos.

En el pasado, el Vaticano ha hecho una distinción entre tendencias homosexuales y la práctica de la homosexualidad, pero estos nuevos parámetros parecen ser el paso más hacia una abierta prohibición de admitir gays en el sacerdocio.

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